Yoga Deportivo es un conjunto de métodos de yoga como el
Yoga Asanas, Yoga Artístico, Yoga Atlético, Yoga Rítmico y Mallakhamb Yoga, que
se han convertido en deportes nacionales de India y utilizan la competición
espiritual, para educar el espíritu y perfeccionar las Técnicas psicomentales.
Es una síntesis del Hatha Yoga, Karma Yoga, Tola Yoga y Raja Yoga. Linaje:
Nataraj, Krishna, Patanjali y Matsyendra.
Históricamente, el Yoga Deportivo, se lleva practicando
desde hace 2 mil años aprox. sus orígenes se remontan a la práctica de un
deporte gimnástico tradicional en India llamado MALLAKHAMB (Malakamb), donde el
deportista realiza hazañas y contorsiones. El Yoga Deportivo se basa
filosóficamente en el Karma Yoga, en las enseñanzas de Valmiki (sobre como
practicar cosas mundanas, pues todo lo mundano es espiritual) y en las
enseñanzas del Bhagavad Gita (sobre la competición). Debemos entender que Yoga
es el Arte de Integrar. En la vida cada acto nos integra o desintegra con lo
demás y con los demás. Por lo tanto, toda la vida es una competición continua
con uno mismo y con todo lo que nos rodea. El Yoga Deportivo, es una
contribución única a toda la humanidad, pues es el único deporte fundamentalmente
espiritual en el que se evalúan la espiritualidad y la actitud correcta en la
acción del individuo dentro de una competencia de Fair Play40 (juego limpio)
que integra además, técnicas corporales y mentales. Enseñar a ver lo interno,
por encima de lo externo y a evaluar espiritualmente a un competidor es lo que
se busca en este juego.
Considerado como el Arte Supremo de dominar los sentimientos
en una competencia, en este deporte no gana el más flexible, sino por el
contrario aquel que domina sus sentimientos. Esto es muy difícil de comprender,
no sólo para quien no practica Yoga, sino también para los propios instructores
y profesores de Yoga (que en realidad son instructores y profesores de Técnicas
de Yoga), pues comúnmente carecen de educación espiritual. El deporte es todo
juego reglado en el cual hay competencia, pero ganar no significa directamente
tener éxito. En ciertas ocasiones sólo participar es un éxito, dominar una
Técnica o sentimientos internos en una competencia es para muchos un éxito. La
espiritualidad de un ser humano es el conjunto vivencial de sus propios
sentimientos. Y el deporte es ante todo, una expresión puramente espiritual de
los individuos, tanto de los que compiten, como de aquellos que son meros
espectadores corporales y mentales.
En la actualidad, el Yoga Deportivo busca ser un aporte
psico-físico-espiritual a nuestras vidas, buscando un tipo de competencia
basada en el respeto y la convivencia. Lo que en Yoga es llamado “entrenamiento
espiritual”, que cosiste, en un entrenamiento interno y personal que nos ayuda
y nos lleva a entender la vida desde el juego. El practicante, aprende a gozar
del presente, a compartir amor, vivir y competir con alegría, jamás buscando
ser el ganador o sobresalir, ya que no existe el afán competidor, sino que se
busca precisamente lo contrario, cambiar la estructura mental que nos domina al
competir por algo en particular, sea de otro deporte o en la vida cotidiana.
Entendiendo esto, se logra valorar realmente la belleza de practicar Yoga Deportivo
y la alegría que conlleva el competir de esa manera. Donde la serie de Asanas
(posturas) se comienza a transformar en la misma y maravillosa existencia, pero
hecha poesía corporal. En el Yoga Deportivo existen seis Estilos: Yoga Asanas
(Hatha Yoga), Yoga Atlético, Yoga Artístico, Yoga Rítmico, Yoga Acrobático o
Acro Yoga y Yoga Dance. La competencia en Yoga Deportivo no es física, sino
espiritual. Este es un ejemplo sobre un puntaje de 10 puntos finales:
Se abre en un abanico de
posibilidades resaltando lo importante que es lo social, lo cultural y lo
ecológico en el comportamiento del competidor en plena competencia. La
capacidad física sólo tiene un punto. O sea, es total y absolutamente lo
contrario a evaluar sólo la flexibilidad o contorsión de un individuo. De esta
manera el Yoga Deportivo es una herramienta significativa para cada día buscar
ser felices dentro de nuestro contexto real y de nuestra comunidad más cercana,
fomentando que nuestras emociones y sentimientos fluyan libremente sin dejar de
realizar las labores cotidianas del mundo en el que vivimos. El Yoga no es
deporte, el Yoga no es terapia, pero el Yoga Deportivo sí es un deporte y la
Yogaterapia sí es una terapia, aunque el resto del Yoga no lo sean. El Yoga no
es una sola cosa, “sino que el arte de controlar la vida entera es Yoga”, decía
Aurobindo y tenía razón.